lunes, 23 de junio de 2008

El biocombustible ya tiene su bacteria, ¿Beneficio a la ciencia y al medio ambiente?

 

Ante la crisis alimentaria que amenaza al mundo, los biocombustibles producidos con plantas no parecen ser una buena opción para solucionar los problemas del medio ambiente. Pero ahora científicos en Estados Unidos parecen haber encontrado una nueva fuente para el desarrollo combustibles que no perjudiquen al planeta. Investigadores de la Universidad de Texas, en Austin, desarrollaron una cianobacteria que, dicen, es capaz de producir celulosa y azúcar para conversión a etanol y otros biocombustibles.

El biocombustible es el término con el cual se denomina a cualquier tipo de combustible que derive de la biomasa - organismos recientemente vivos o sus desechos metabólicos.

El uso de biocombustibles tiene impactos ambientales negativos y positivos. Los impactos negativos hacen que, a pesar de ser una energía renovable, no sea considerado por muchos expertos como una energía no contaminante y, en consecuencia, tampoco una energía verde.

Una de las causas es que, pese a que en las primeras producciones de biocombustibles sólo se utilizaban los restos de otras actividades agrícolas, con su generalización y fomento en los países desarrollados, muchos países subdesarrollados, especialmente del sureste asiático, están destruyendo sus espacios naturales, incluyendo selvas y bosques, para crear plantaciones para biocombustibles. La consecuencia de esto es justo la contraria de lo que se desea conseguir con los biocombustibles: los bosques y selvas limpian más el aire de lo que lo hacen los cultivos que se ponen en su lugar.

Algunas fuentes afirman que el balance neto de emisiones de dióxido de carbono por el uso de biocombustibles es nulo debido a que la planta, mediante fotosíntesis, captura durante su crecimiento el CO2 que será emitido en la combustión del biocombustible. Sin embargo, muchas operaciones realizadas para la producción de biocombustibles, como el uso de maquinaria agrícola, la fertilización o el transporte de productos y materias primas, actualmente utilizan combustibles fósiles y, en consecuencia, el balance neto de emisiones de dióxido de carbono es positivo.

Otras de las causas del impacto ambiental son las debidas a la utilización de fertilizantes y agua necesarios para los cultivos; el transporte de la biomasa; el procesado del combustible y la distribución del biocombustible hasta el consumidor. Varios tipos de fertilizantes tienden a degradar los suelos al acidificarlos.

Pero con la bacteria de los biocombustibles existe la ventaja de que sería la reducción en la cantidad de tierra cultivable dedicada a la producción de combustibles. Tal como señala el doctor Nobles, la cianobacteria podría ser producida a mayor escala en instalaciones industriales o en tierras no agrícolas utilizando agua salada no apta para consumo humano o cultivos.

Según estos científicos, el microbio podría eventualmente abastecer una parte importante de las necesidades de combustible para transporte en el EE.UU. "Esta cianobacteria podría potencialmente ser una fuente muy barata para obtener azúcares para etanol y otros combustibles" afirma el doctor David Nobles, autor del estudio publicado en la revista Cellulose. Celulosa

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Las cianobacterias son organismos unicelulares que crecen en el agua, que poseen pigmentos fotosintéticos y que liberan oxígeno durante su metabolismo. También se les conoce como algas verdiazules, (aunque no son algas). Los científicos lograron desarrollar este organismo modificando una cianobacteria con genes productores de celulosa provenientes de una bacteria no fotosintética utilizada en la producción de vinagre, la Acetobacter xylinum.

La nueva cianobacteria resultante, aseguran, es capaz de producir una forma gelatinosa de celulosa relativamente pura que puede fácilmente descomponerse en glucosa.

El problema con la celulosa producida a partir de plantas, explican los autores, es su dificultad para fragmentarse debido a que es una sustancia muy cristalina.

Pero los científicos descubrieron que la cianobacteria puede segregar grandes cantidades de glucosa o sacarosa, que son azúcares que pueden ser cultivados directamente del organismo. Uno de los factores más costosos en la producción de etanol de celulosa es el uso de enzimas y métodos mecánicos para fragmentar la celulosa. Con la cianobacteria, dicen los autores, este proceso no sería necesario.

Hasta ahora, sin embargo, la investigación está en sus primeras etapas y todavía falta probar que la cianobacteria puede ser producida a escala industrial.

Colaboración de: Jetzemaní Jara Mendivil

domingo, 15 de junio de 2008

Desarrollan pintura de paredes que imitan la fotosíntesis y elimina los elementos nocivos del aire

 

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¿Ambientes con malos olores? ¿Humo de cigarrillo? Una nueva pintura para paredes es capaz de desintegrar las sustancias tóxicas del aire.

Este descubrimiento pionero ya es utilizado con éxito en espacios interiores y puede emplearse también en exteriores. "Se trata de imitar el maravilloso proceso de la fotosíntesis y, de modo similar a como lo hace una planta, provocar una reacción a partir de la luz solar que elimine las sustancias nocivas", explicó a Tierramérica el profesor Horst Kisch, doctor en química y responsable del equipo del Instituto de Química Inorgánica de la alemana Universidad de Erlangen, que llevó adelante las investigaciones.

La pintura consigue desintegrar sustancias como el monóxido de carbono, el formaldehído, el dicloroetileno, el benceno y los óxidos de nitrógeno. Y lo hace de una manera no contaminante.

El hallazgo se basa en un pigmento llamado dióxido de titanio, que desde hace tiempo es usado en dentífricos y pinturas, pero que en este caso funciona como fotocatalizador: provoca reacciones químicas determinadas al ser estimulado por la luz.

Así, las reacciones de este pigmento, habitualmente inhibidas cuando se lo usa en productos como pastas de dientes, aquí fueron bienvenidas y actuaron como punto de partida para los trabajos de investigación.

Sin manipular, el pigmento absorbe energía de las radiaciones ultravioleta que vuelven su superficie activa y, al contacto con el aire, produce enlaces de oxígeno que ponen en marcha reacciones que fragmentan las moléculas dañinas en partículas completamente inocuas.

El logro de Kisch y su grupo de investigadores fue modificar la estructura de este pigmento, el dióxido de titanio, de manera tal que reaccione incluso ante una baja luminosidad, como la de días nublados, y con luz artificial.

"Es un desarrollo muy importante que los materiales reaccionen con la luz del día, y que de esta manera puedan degradar partículas presentes en el aire. Y el profesor Kisch ha sido realmente el primero en alcanzarlo", afirmó a Tierramérica el doctor en química Detlef Bahnemann, del Instituto de Química Técnica de la Universidad de Hannover.

"Se trata de una cuestión de salud, sobre todo si pensamos que (la pintura) puede desintegrar las partículas nocivas provocadas por el cigarrillo, o por las emanaciones de gases como el formaldehído, que desprenden algunas piezas de mobiliario", agregó Bahnemann.

Según consignan los investigadores, en una prueba realizada en una oficina, la aplicación de esta emulsión en las paredes logró reducir en 80 % la concentración de las sustancias nocivas.

La pintura ya está disponible en el mercado, con el nombre de StoClimasan (para interiores), y StoPhotosan (para exteriores). Su precio puede llegar a ser cinco veces mayor que el de productos comunes.

Una lata de 15 litros para interiores cuesta en Alemania el equivalente a unos 280 dólares y rinde 100 metros cuadrados. La pintura de exteriores cuesta unos 320 dólares y alcanza para pintar apenas 80 metros cuadrados.

El precio aparece como el principal escollo para su utilización masiva, en particular en lugares públicos.

A juicio de Bahnemann, este problema podría abordarse con una adecuada intervención del Estado. "Debería darse importancia a la utilización de este tipo de pinturas en espacios públicos. Su mayor valor está absolutamente justificado", indicó.

"Pensemos en su contribución ambiental, al desintegrar sustancias como óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre, o diferentes gases provenientes de procesos de combustión, ya sean de centrales eléctricas, de automóviles o de chimeneas", argumentó.

Las investigaciones para obtener resultados insumieron sólo cinco años. "Estamos particularmente orgullosos de que en tan poco tiempo se aplique un avance de la investigación básica en un producto técnico", dijo Kisch.

En cuanto al uso del producto en exteriores, los propios investigadores reconocen que todavía es difícil medir su efectividad.

Pero ya hay más de un centenar de empresas alemanas investigando con el fin de obtener, a partir del mismo principio, productos aplicables a otras superficies, como muebles, baldosas o alfombras, y que puedan purificar no sólo el aire, sino también las superficies mismas.

Por su original aporte, el invento fue distinguido en la última edición del Premio a la Innovación de la Economía, patrocinado por el Ministerio de Economía.

miércoles, 11 de junio de 2008

Corrosión

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Se entiende por corrosión la interacción de un metal con el medio que lo rodea, produciendo el consiguiente deterioro en sus propiedades tanto físicas como químicas. Las características fundamental de este fenómeno, es que sólo ocurre en presencia de un electrolito, ocasionando regiones plenamente identificadas, llamadas estas anódicas y catódicas: una reacción de oxidación es una reacción anódica, en la cual los electrones son liberados dirigiéndose a otras regiones catódicas. En la región anódica se producirá la disolución del metal (corrosión) y, consecuentemente en la región catódica la inmunidad del metal.

Los enlaces metálicos tienden a convertirse en enlaces iónicos, los favorece que el material puede en cierto momento transferir y recibir electrones, creando zonas catódicas y zonas anódicas en su estructura. La velocidad a que un material se corroe es lenta y continua todo dependiendo del ambiente donde se encuentre, a medida que pasa el tiempo se va creando una capa fina de material en la superficie, que van formándose inicialmente como manchas hasta que llegan a aparecer imperfecciones en la superficie del metal.

Este mecanismo que es analizado desde un punto de vista termodinámico electroquímico, indica que el metal tiende a retornar al estado primitivo o de mínima energía, siendo la corrosión por lo tanto la causante de grandes perjuicios económicos en instalaciones enterradas. Por esta razón, es necesaria la oportuna utilización de la técnica de protección catódica.

Se designa químicamente corrosión por suelos, a los procesos de degradación que son observados en estructuras enterradas. La intensidad dependerá de varios factores tales como el contenido de humedad, composición química, pH del suelo, etc. En la práctica suele utilizarse comúnmente el valor de la resistividad eléctrica del suelo como índice de su agresividad; por ejemplo un terreno muy agresivo, caracterizado por presencia de iones tales como cloruros, tendrá resistividades bajas, por la alta facilidad de transportación iónica.

La protección catódica es un método electroquímico cada vez más utilizado hoy en día, el cual aprovecha el mismo principio electroquímico de la corrosión, transportando un gran cátodo a una estructura metálica, ya sea que se encuentre enterrada o sumergida. Para este fin será necesaria la utilización de fuentes de energía externa mediante el empleo de ánodos galvánicos, que difunden la corriente suministrada por un transformador-rectificador de corriente.

El mecanismo, consecuentemente implicará una migración de electrones hacia el metal a proteger, los mismos que viajarán desde ánodos externos que estarán ubicados en sitios plenamente identificados, cumpliendo así su función

A está protección se debe agregar la ofrecida por los revestimientos, como por ejemplo las pinturas, casi la totalidad de los revestimientos utilizados en instalaciones enterradas, aéreas o sumergidas, son pinturas industriales de origen orgánico, pues el diseño mediante ánodo galvánico requiere del cálculo de algunos parámetros, que son importantes para proteger estos materiales, como son: la corriente eléctrica de protección necesaria, la resistividad eléctrica del medio electrolito, la densidad de corriente, el número de ánodos y la resistencia eléctrica que finalmente ejercen influencia en los resultados.

Tipos de Corrosión

Se clasifican de acuerdo a la apariencia del metal corroído, dentro de las mas comunes están:

1. Corrosión uniforme: Donde la corrosión química o electroquímica actúa uniformemente sobre toda la superficie del metal

2. Corrosión galvánica: Ocurre cuando metales diferentes se encuentran en contacto, ambos metales poseen potenciales eléctricos diferentes lo cual favorece la aparición de un metal como ánodo y otro como cátodo, a mayor diferencia de potencial el material con mas activo será el ánodo.

3. Corrosión por picaduras: Aquí se producen hoyos o agujeros por agentes químicos.

4. Corrosión intergranular: Es la que se encuentra localizada en los límites de grano, esto origina pérdidas en la resistencia que desintegran los bordes de los granos.

5. Corrosión por esfuerzo: Se refiere a las tensiones internas luego de una deformación en frío.

martes, 10 de junio de 2008

Los peligros de los biocombustibles

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Mientras se realizaba la cumbre de Presidentes en Perú, la organización ambientalista Greenpeace, realizaba una seria denuncia, desde las ruinas del Macchu Pichu del país andino.

Lo que Greenpeace denunció en la oportunidad es el impacto que generará en la región la producción a gran escala de biocombustibles, orientada a abastecer el mercado internacional. Lo que pidió la entidad ecologista es que los gobiernos adopten estrictos criterios de sustentabilidad en la producción de biocombustibles.

Con el lema “salvemos los bosques para salvar el clima”, Greenpeace se hizo presente. Ese cartel fue desplegado desde las ruinas, alertando sobre el impacto que los biocombustibles tendrán sobre los bosques nativos de América Latina y en el aumento de los precios de los alimentos.

La producción de biocombustibles está impulsada por los gobiernos de los países industrializados como una solución rápida para el problema de emisiones de gases de efecto invernadero pero, según Greenpeace, “están generando más problemas que soluciones”.

La protección del clima se logra protegiendo, precisamente, los últimos bosques nativos que quedan.

La acción en el Macchu Pichu, fue realizada por activistas chilenos, argentinos, colombianos, australianos y alemanes. Y la policía peruana demoró a tres hombres luego de la acción donde se desplegó el cartel sobre el lugar.

La extensión de cultivos tales como maíz, soja, colza o caña de azúcar, destinados a la producción de biocombustibles, influye en las tierras agrícolas disponibles, provocando la destrucción, directa o indirecta, de ecosistemas naturales como las selvas y los bosques tropicales –dicen los directivos de esta organización.

La reglamentación europea estipula un corte obligatorio de los combustibles utilizados en el transporte, con un 5,75 por ciento de biocombustibles para el año 2010 y del 20 por ciento para el 2020.

Juan Carlos Villalonga, Director Político de Greenpeace Argentina dice: “Europa ha establecido un corte que excede su capacidad de producción y se procura que los países de América Latina se conviertan en proveedores dentro del mercado internacional, poniendo en peligro su patrimonio natural”.

Lo que la institución pide es que se logre una reducción positiva y considerable de los gases de efecto invernadero (GEI) de al menos 60 por ciento , no degradar directa o indirectamente bosques naturales ni otros ecosistemas y no amenazar la seguridad alimentaria, en especial la de los países en vías de desarrollo.

La deforestación a nivel mundial sigue aumentando a una tasa alarmante: desaparecen más de 13 millones de hectáreas al año y es la región de América Latina y el Caribe la que dispone, aún, de abundantes recursos forestales, aunque alcanza el nivel de deforestación más alarmante. De 1990 a 2005, perdió 64 millones de hectáreas de bosques. Y los gobiernos parecen no tomarlo en cuenta.

FUENTE : laciudadavellaneda.com.ar

lunes, 9 de junio de 2008

Sangre de caimán podría dar origen a nuevos antibióticos

CAIMAN

Con gran asombro y curiosidad, los científicos se han preguntado por qué las heridas de los caimanes casi nunca presentan infecciones, pese a que estos reptiles suelen enfrentarse en violentas luchas para defender sus territorios y a sus parejas. Ahora, los investigadores piensan que el secreto radica en su sangre.

Químicos de Luisiana descubrieron que la sangre del caimán de América está en condiciones de destruir 23 tipos diferentes de bacterias, entre ellas, algunas que son resistentes a los antibióticos. Además, la sangre logró acabar con una gran cantidad de VIH, el virus causante del sida.

Lancia Darville, coautor del estudio y profesor de la universidad del estado de Luisiana, en Baton Rouge, sostiene que los péptidos, fragmentos de proteínas que hay en la sangre de los caimanes, ayudan a estos animales a evitar infecciones fatales.

Tales péptidos también se encuentran en la piel de ranas y de sapos, así como en los dragones Komodo y en los cocodrilos.

Los científicos tienen la esperanza de que esos péptidos puedan algún día ser usados en remedios que ofrezcan a los seres humanos el mismo tipo de protección.

“Estamos en el proceso de separar y de identificar los péptidos específicos en la sangre del caimán”, dijo Darville, quien presentó sus hallazgos en una reunión de la Sociedad de Química de Estados Unidos, en Nueva Orléans.

“Una vez que sepamos la secuencia de esos péptidos, podremos obtener su estructura química para crear potencialmente nuevas drogas”, agregó.

Crema de caimán. Mark Merchant, coautor del estudio, un bioquímico de la universidad estatal McNeese, en Lago Charles, Luisiana, fue uno de los primeros científicos en descubrir la inusual resistencia que presentan los caimanes.

Pese a vivir en medio de pantanos, donde prosperan las bacterias, los caimanes que sufrían lesiones, en muy escasas ocasiones desarrollaban infecciones fatales.

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Merchant creó por ello un suero humano y otro de caimán, un plasma sanguíneo rico en proteínas al que se eliminaron los agentes de coagulación, y los expuso a ambos a 23 tipos diferentes de bacterias.

El suero humano destruyó solo ocho de las variedades de bacterias, pero el suero de caimán mató a los 23, incluyendo una bacteria resistente a las drogas, como el Staphylococcus aureus .

Cuando el suero de caimán fue expuesto al virus VIH, los expertos descubrieron que buena cantidad del virus había sido destruido.

El equipo de investigadores cree que píldoras y cremas que contienen péptidos de caimán estarían disponibles en farmacias en los próximos siete a diez años.

Tales productos serían excelentes para pacientes que necesitan ayuda extra a fin de evitar infecciones, tales como los diabéticos con úlceras en los pies, las víctimas de quemaduras y personas aquejadas por enfermedades que atacan el sistema inmunológico.

Pero hay muchos obstáculos potenciales qué vencer antes de que las medicinas hechas con sangre de caimán puedan ser vendidas en las farmacias. Por ejemplo, señala Darville, pruebas iniciales sugieren que altas concentraciones de suero de caimán pueden ser tóxicas para las células humanas.

No tan primitivas. Adam Britton es un biólogo que vive en el norte de Australia y que halló similares proteínas antimicrobiales, llamadas crocodillins, en la sangre de los cocodrilos.

Los péptidos antimicrobiales en cocodrilos y en caimanes forman parte del sistema inmunológico de esos animales, dijo Britton. Esos péptidos proporcionan protección automática contra ciertas enfermedades.

En cambio, la inmunidad en los seres humanos es adaptativa. Las personas desarrollan resistencia a muchas enfermedades tras ser infectadas por ellas, la base para varias vacunas.

Aunque la inmunidad innata es con frecuencia considerada primitiva, no hay nada de primitivo en su eficacia, dijo Britton.

“Al parecer, los péptidos antimicrobiales del caimán y del cocodrilo son agentes muy eficaces contra las bacterias”, añadió.

Britton tiene esperanzas de utilizar la sangre del cocodrilo australiano para complementar su último trabajo sobre caimanes y responder a interrogantes acerca de qué significan esas proteínas para el sistema inmunológico en general.

“Si podemos aprovechar esos secretos, estaríamos a punto de lograr grandes avances en materia de ciencia médica”, concluyó Adam Britton.

Bacterias, ¿una nueva fuente de energía?

BACTERIAS

Las bacterias que producen electricidad despiertan una gran curiosidad: su potencial utilización en gran escala podría representar una nueva fuente de energía amigable con el ambiente. Sin embargo, se conoce muy poco sobre los mecanismos moleculares de este fenómeno. Ahora, investigadores argentinos y españoles lograron identificar, mediante la utilización de una novedosa técnica electroquímica, cuáles son las moléculas clave en la producción de corriente.

Hasta el momento se sospechaba cuál es la identidad de estos microorganismos, pero no existía ninguna medida directa que demostrase cuáles eran las moléculas que transportan los electrones. Usando espectroscopía en el infrarrojo, demostramos que son citocromos del tipo C", destaca el argentino Juan Pablo Busalmen, del Laboratorio de Bioelectroquímica, del Instituto de Tecnología de Materiales (Conicet) y de la Universidad Nacional de Mar del Plata.


Los citocromos son proteínas involucradas en la respiración en animales, plantas, organismos fotosintéticos y también en bacterias. La bacteria que protagonizó el estudio se llama Geobacter sulfurreducens, considerado uno de los microorganismos más promisorios a la hora de pensar en nuevas alternativas energéticas.
El trabajo de investigación fue dado a conocer recientemente en la versión online en la revista Angewandte Chemie International Edition de la Sociedad Química Alemana (y será publicado el 16 de este mes en la edición impresa). Además, fue presentado el 28 de mayo en el I Simposio Internacional de Celdas de Combustible Microbianas, realizado en la Universidad Estatal de Pennsylvania, Estados Unidos.


A diferencia de otras bacterias que no poseen los citocromos del tipo C y no generan electricidad, la característica distintiva de la bacteria estudiada es que porta esas proteínas en su membrana externa. Por eso, los autores señalan que es fundamental comprender cómo estas moléculas intervienen en la comunicación entre la bacteria y los electrodos (es decir, funciona como un material conductor que "acepta" los electrones), para así optimizar la generación de corriente eléctrica.

Técnica pionera

Para identificar las moléculas transportadoras de electrones, los investigadores implementaron una avanzada técnica de espectroscopía infrarroja que les permitió trabajar in vivo, sin "molestar" a las bacterias. Las depositaron sobre un electrodo muy delgado de oro y las iluminaron con luz infrarroja a través de un prisma triangular.


"Luego, medimos la cantidad de la luz absorbida, y como ésta depende de los enlaces químicos característicos de cada tipo de molécula, pudimos identificar con gran precisión las moléculas que estaban tocando el electrodo mientras se producía corriente", contó Busalmen, que realizó este trabajo en el Instituto de Electroquímica de la Universidad de Alicante, España.

 

"Algunas bacterias respiran oxígeno, al igual que las células humanas, y otras respiran otra cosa, como sulfatos, nitratos u óxidos de hierro o manganeso. En el nivel celular, la respiración es un proceso de transporte de electrones", explicó Busalmen, experto en bioelectroquímica.


El doctor Osvaldo Yantorno, profesor del Departamento de Química en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata, que no participó de la investigación, opinó que es un trabajo muy novedoso.


"El estudio de bacterias que producen electricidad constituye una interesante estrategia, que de poder saltar de la escala de laboratorio a la industrial permitirá contar con al menos una nueva fuente de energía renovable para resolver la falta de hidrocarburos –dijo–. El trabajo reportado por Busalmen y colaboradores del Instituto de Electroquímica de la Universidad de Alicante, España, avanza en la elucidación de los mecanismos por medio de los cuales las bacterias transportan electrones a la superficie de electrodos sólidos", agregó el doctor Yantorno.

Mirada astrobiológica

El equipo de investigadores está integrado por un astrobiólogo, el español Abraham Esteve-Núñez, del Laboratorio de Ecología Molecular del Centro de Astrobiología de Torrejón de Ardóz, España. Sucede que investigar la transferencia de electrones que realizan estos microorganismos a los electrodos es útil para entender cómo pudieron haberlo hecho hace millones de años sobre los minerales de hierro del subsuelo terrestre. Y quizá también en otros planetas (por ejemplo, Marte, que es rico en hierro).


Esteve-Núñez se especializa en investigar la respiración microbiana de sustratos insolubles como el hierro. "Todo comenzó con el gran interés por conocer los microorganismos que respiran hierro y que habitan de forma natural en el subsuelo de la tierra. Es un metabolismo antiquísimo, muy anterior a la aparición de oxígeno sobre la superficie de la tierra", destaca Esteve-Núñez.
El especialista señala que el microorganismo más extremófilo en su capacidad de resistir temperatura (121 grados centígrados) fue descubierto en el interior de chimeneas submarinas hace cinco años. Se trata de una bacteria que "respira" hierro. "La conexión con la producción de electricidad viene por el hecho de que las bacterias que respiran hierro son las que producen electricidad de forma más eficiente", agrega.


Con todo, los investigadores destacan los beneficios de las bacterias que producen electricidad: son inocuas para el ambiente, degradan contaminantes y, si bien por ahora no sirven de combustible para automóviles, son de utilidad para alimentar equipos de bajo consumo en lugares aislados, donde no llegan los tendidos eléctricos.


En la actualidad, la cantidad de energía que se obtiene de las bacterias en el laboratorio es reducida, alrededor de los 350 miliwatts por metro cuadrado (mW/m2), y con un voltaje de 0,5 volts. Y tienen como ventaja que, además de producir electricidad, ayudan a biorremediar los ambientes contaminados. Por eso, los científicos miran cada vez con más interés el potencial futuro de las bacterias "electrogénicas".

FUENTE: LANACION.com.ar

¿Qué es la sensibilidad química múltiple?

El síndrome de sensibilidad química múltiple es la respuesta fisiológica de algunos individuos frente a multitud de agentes y compuestos químicos que se pueden encontrar en el medio ambiente (incluso en niveles muy pequeños). Desde metales a alimentos, pasando por medicamentos, productos de perfumería, insecticidas, humos...

 

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Descrita por primera vez a mediados de los ochenta, esta enfermedad provoca síntomas y reacciones muy diversas en función de cada persona y de su grado de afectación, por lo que ha estado siempre rodeada de cierta controversia (hasta el punto de que algunos investigadores, y la propia Organización Mundial de la Salud no lo consideran una enfermedad propiamente dicha).

Para los afectados por esta 'enfermedad ambiental', que según las estadísticas oscilan entre el 1% y el 10% de la población, el entorno se vuelve un medio hostil y sus síntomas (también muy variados) pueden limitar gravemente su calidad de vida y su capacidad para trabajar.

La reacción 'alérgica' de su cuerpo puede manifestarse mediante dolores de cabeza recurrentes, insomnio, depresión, dificultades para respirar, palpitaciones, náuseas y vómitos, irritaciones de la piel o trastornos más serios como impotencia, diarreas recurrentes, taquicardia o hipertensión.

La Sensibilidad Química Múltiple o Intolerancia Ambiental Idiopática suele iniciarse por la exposición grave a algún producto químico en un período de tiempo corto. A partir de ese momento, el organismo de estas personas parece desarrollar intolerancia incluso ante niveles mínimos de algunos compuestos (como la tinta de los periódicos), hasta el punto de que muchas deben recurrir al uso de mascarillas en ciertos ambientes.

FUENTE: elmundo.es