martes, 27 de mayo de 2008

Sustancia química usada en criminología desinfectaría hospitales

 

luminol

El luminol, una sustancia química bioluminiscente usada en investigaciones policiales para detectar rastros de sangre, mejoraría el control de las infecciones hospitalarias, informaron investigadores en Holanda.

En un estudio publicado en Journal of Hospital Infection, el equipo dirigido por P. W. M. Bergervoet, de Deventer Ziekenhuis, analizó la efectividad del luminol en las unidades de diálisis, donde es frecuente la transmisión de hepatitis C asociada a la contaminación de sangre en el entorno hospitalario.

A simple vista, las unidades de diálisis estaban limpias. Pero al analizarlas con luminol se observaron rastros de sangre en varias superficies, como los paneles de control de diálisis, los teléfonos y el piso, aunque se los había limpiado previamente.

Según estudios previos, la mayoría de los profesionales que trabajan en las unidades de diálisis no son conscientes de los riesgos a los que están expuestos los pacientes de sufrir infecciones y la mayoría no adhiere estrictamente a las recomendaciones de higiene manual y el uso de guantes.

"Una solución para mejorar estas conductas es actualizar el conocimiento básico sobre las rutas de transmisión de enfermedades, lo que podría lograrse mediante la visualización con luminol de rastros de sangre invisibles (de otra forma)", opinaron los autores.

FUENTE: Journal of Hospital Infection, 2008

Sustancia química de las pinturas afecta la fertilidad en los hombres

 

Según la información difundida a través de la publicación Medicina Ocupacional y Medioambiental de la Revista Médica Británica, los hombres que trabajan regularmente con una sustancia denominada glicol, utilizada en las pinturas y barnices entre otros productos, poseen el doble de posibilidades de tener un número bajo de espermatozoides en relación a quienes se dedican a otras profesiones.

Los científicos de las universidades de Manchester y Sheffield, en Inglaterra, y de Alberta, en Canadá, investigaron los lugares de trabajo de 2.118 varones inscritos en catorce clínicas de fertilidad y llegaron a la conclusión de que el trabajo diario con esos disolventes presentes en la pintura además de emplearse en tintas y adhesivos, reduce la cuenta de espermatozoides.

El doctor Andy Povey, de la Universidad de Manchester, afirmó a la cadena BBC, que "Nuestro trabajo confirmó que estas sustancias son un riesgo ocupacional y por lo tanto debemos esforzarnos más para reducir esta exposición".

Científicos de la Universidad de Huelva desarrollan grasas lubricantes ecológicas y baratas

Planteamientos como el desarrollo sostenible y el respeto a nuestro entorno, que en los últimos años se han visto reforzados con la realidad del cambio climático, favorecen cada vez más el estudio de métodos y materiales alternativos que minimicen el impacto ambiental de la actividad humana. Desde el Departamento de Ingeniería Química, Química Física y Química Orgánica de la Universidad de Huelva (UHU), el profesor José María Franco Gómez dirige un proyecto de investigación que trabaja en conseguir grasas lubricantes biodegradables.

El uso de aceites lubricantes en maquinaria está en numerosas ocasiones limitado, debido a factores como los rodamientos externos. Por ello se plantea la necesidad de una grasa semi-sólida que no se desprenda fácilmente de la pieza, minimizando así la frecuencia de lubricación y, por tanto, que mantenga durante más tiempo las condiciones óptimas de funcionamiento. Las grasas lubricantes que tradicionalmente se han utilizado en diversos sectores son, hoy por hoy, las que mayor rendimiento poseen, pero también las que plantean más problemas desde un punto de vista medioambiental, debido a componentes como los aceites sintéticos o derivados del petróleo y a espesantes formados por un ácido graso y un metal.

En este sentido, según comenta el científico de la Universidad de Huelva José María Franco, varios grupos de investigación extranjeros trabajan buscando nuevas opciones en cuanto a la base aceitosa de la grasa, usando un producto de origen vegetal y, por tanto, biodegradable, pero dejando de lado el jabón espesante metálico que, según la proporción en la que se utilice, puede suponer hasta el 20% de la formulación.

La finalidad última del proyecto iniciado desde la Onubense, financiado por la Dirección General de Investigación, del antiguo Ministerio de Educación y Ciencia (MEC), es diseñar una grasa lubricante cuyos componentes no contaminen, mediante la sustitución del aceite mineral por uno vegetal derivado de plantas como el girasol o el ricino, así como a través del uso de polímeros biodegradables que actúen como espesante que, en este estudio, tiene su base en la celulosa.

Actualmente, el trabajo dirigido por el profesor Franco se encuentra en una primera fase en la que se intenta desarrollar un polímero derivado de la celulosa que cumpla una serie de funciones, entre las que destaca la capacidad de gelificar el aceite. “En los resultados preliminares hemos visto que la celulosa, por sí sola, no funciona bien, algo que era de esperar” afirma el responsable del proyecto. Por ello, la línea de investigación abierta actualmente va encaminada a la modificación física y química de la pasta celulósica, denominada pasta Kraft, a la que se añaden grupos químicos que reaccionen con la celulosa y que le hagan tener mayor afinidad con el aceite para conseguir el efecto de gel deseado.


Una vez obtenido el polímero adecuado, el siguiente paso que se plantea en el proyecto de la UHU es probar cómo funciona éste en diversos aceites, ya que, según su origen, cambian las propiedades del mismo. “Si quieres un gel más o menos consistente, que se deforme más fácilmente durante la lubricación, etc., hay que jugar con varios factores como, por ejemplo, la cantidad de espesante o el peso molecular del mismo”, señala el investigador principal. Por todo ello, la optimización según la aplicación es una línea importante que ha de ser desarrollada, no siendo válida una única formulación sino que se necesitan varias alternativas que hagan posible un gel estable y aplicable a distintas necesidades. En este sentido, la última fase del proyecto va encaminada hacia la consecución de una grasa lubricante biodegradable con las características citadas y que funcione igual de bien que las tradicionales en la lubricación industrial buscando que se eviten pérdidas de grasa en un rodamiento o que disminuya la fricción y el desgaste, entre otros factores.


Sustituto de grasas tradicionales


Para José María Franco, la posibilidad de que la grasa lubricante en la que está trabajando sustituya en su momento a las tradicionales es, pese a ciertas dificultades, posible en algunas aplicaciones. A este parecer, el mayor inconveniente que se plantea en el cambio no es económico, como sucede en otro tipo de industrias, sino de rendimiento mecánico. Y es que, aunque los aceites vegetales pueden ser mejores lubricantes que los minerales, éstos les ganan en estabilidad y presentan un ciclo de vida más amplio, ya que, entre otras razones, el proceso de oxidación es más lento. Sin embargo, “aunque puedan funcionar algo peor, son medioambientalmente mejores”. Por ello, debido a una serie de regulaciones en la materia que cada vez se plantean más rigurosas, “llegará el momento en el que habrá que reemplazar algunos componentes de las grasas tradicionales, donde entra en juego todo esto”, señala el investigador.


Por otro lado, en cuanto al apartado económico, la producción de grasa lubricante vegetal con la fórmula que los científicos de la Onubense están desarrollando puede resultar más barata, por lo que respecta a la materia prima, la celulosa, cuyo precio es relativamente bajo, ya que no es un producto demasiado elaborado. En esta línea, una de las etapas que este proyecto se plantea durante su desarrollo pasará por el análisis de la influencia que tiene el origen o la procedencia de la celulosa. “No es lo mismo que la pasta proceda del eucalipto, el más utilizado para obtener pasta de celulosa”, señala José María Franco, “que si procede de un deshecho agrícola”, una línea de investigación abierta por otros miembros del departamento y que viene a subrayar, además del ecológico, el carácter sostenible del proyecto.

Clasificación de los Intercambiadores de Calor

 

Para la clasificación de los intercambiadores de calor tenemos tres categorías importantes:

REGENERADORES.

Los regeneradores son intercambiadores en donde un fluido caliente fluye a través del mismo espacio seguido de uno frío en forma alternada, con tan poca mezcla física como sea posible entre las dos corrientes.

La superficie, que alternativamente recibe y luego libera la energía térmica, es muy importante en este dispositivo.

Las propiedades del material superficial, junto con las propiedades de flujo y del fluido de las corrientes fluidas, y con la geometría del sistema, son cantidades que deben conocer para analizar o diseñar los regeneradores.

INTERCAMBIADORES DE TIPO ABIERTO.

Como su nombre lo indica, los intercambiadores de calor de tipo abierto son dispositivos en los que las corrientes de fluido de entrada fluyen hacia una cámara abierta, y ocurre una mezcla física completa de las corrientes.

Las corrientes caliente y fría que entran por separado a este intercambiador salen mezcladas en una sola.

El análisis de los intercambiadores de tipo abierto involucra la ley de la conservación de la masa y la primera ley de la termodinámica; no se necesitan ecuaciones de relación para el análisis o diseño de este tipo de intercambiador.

INTERCAMBIADORES DE TIPO CERRADO O RECUPERADORES.

Los intercambiadores de tipo cerrado son aquellos en los cuales ocurre transferencia de calor entre dos corrientes fluidas que no se mezclan o que no tienen contacto entre sí.

Las corrientes de fluido que están involucradas en esa forma están separadas entre sí por una pared de tubo, o por cualquier otra superficie que por estar involucrada en el camino de la transferencia de calor.

En consecuencia, la transferencia de calor ocurre por la convección desde el fluido más cliente a la superficie sólida, por conducción a través del sólido y de ahí por convección desde la superficie sólida al fluido más frío.

jueves, 15 de mayo de 2008

El ozono podría ayudar a mantener más limpias y más seguras las colmenas


El ozono ya utilizado para desinfectar el agua potable y las piscinas también podría ayudar a mantener más limpias y más seguras las colmenas para las abejas de miel, según los resultados de pruebas preliminares de laboratorio por entomóloga Rosalind R. James. Ella es líder de la Unidad de Investigación de la Biología, el Manejo y la Sistemática de Insectos Polinizadores, mantenida por el Servicio de Investigación Agrícola (ARS) en Logan, Utah.

James probó los efectos del ozono en dos pesticidas, llamados coumophos y tau- fluvalinate, ambos usados extensamente por apicultores para controlar los ácaros varroa, un enemigo principal de las abejas de miel. Estudios en otras partes indican que los residuos de estas sustancias químicas pueden acumular en las colmenas, incluyendo en el panal. Los apicultores típicamente usan el panal de nuevo después de sacar la miel.

Para el experimento, ella puso viales de vidrio que contuvieron los pesticidas en una cámara pequeña y firmemente cerrada, y luego expuso los pesticidas a un flujo de gas de ozono. Mientras manteniendo una humedad relativa del 50 por ciento en la cámara, ella probó diferentes combinaciones de temperatura y concentraciones de ozono y pesticidas.

La aplicación de 500 partes por millón de ozono en una cámara con una temperatura de aproximadamente 93 grados Fahrenheit por 10 a 15 horas degradó concentraciones bajas de ambos pesticidas, pero se necesitaron 20 horas para descomponer las concentraciones más altas del tau-fluvalinate.

James también estudió la habilidad del ozono de matar la polilla mayor de la cera, una plaga del panal, en todas etapas de vida, desde huevo hasta adulto. Las polillas mayores de la cera atacan las abejas jóvenes y dañan el panal.

Las larvas jóvenes y los adultos de la polilla murieron después de sólo unas pocas horas de exposición al ozono. Sin embargo, era necesario exponer los huevos--la etapa de vida más resistente--al gas por unos días para matarlos.

Pruebas adicionales se necesitan para averiguar si los subproductos formados por la descomposición de los pesticidas degradados representan una amenaza a las abejas, James dijo.

En estudios relacionados, James ha descubierto que el ozono puede destruir los microbios que causan algunas enfermedades principales de abeja tales como el pollo yesificado y la loque americana, pero se necesitan concentraciones más altas de ozono y períodos más largos de fumigación.

ARS; el Comité Nacional de Miel, con sede en Firestone, Colorado; y la empresa O3Co., Inc., de Idaho Falls, Idaho, proveyeron apoyo para la investigación.

ARS es la agencia principal de investigaciones científicas del Departamento de Agricultura de EE.UU.

lunes, 12 de mayo de 2008

Intercambiadores de Calor

 

La aplicación de los principios de la transferencia de calor al diseño de un equipo destinado a cubrir un objeto determinado en ingeniería, es de capital importancia, porque al aplicar los principios al diseño, se debe trabajar en la consecución del importante logro que supone el desarrollo de un producto para obtener provecho económico.

Condensador clip_image002

El equipo de transferencia de calor se define por las funciones que desempeña en un proceso. Los intercambiadores recuperan calor entre dos corrientes en un proceso. Los calentadores se usan primeramente para calentar fluidos de proceso, y generalmente se usa vapor con este fin. Los enfriadores se emplean para enfriar fluidos en un proceso, el agua es el medio enfriador principal. Los condensadores son enfriadores cuyo propósito principal es eliminar calor latente en lugar de calor sensible. Los hervidores tienen el propósito de suplir los requerimientos de calor en los procesos como calor latente. Los evaporadores se emplean para la concentración de soluciones por evaporación de agua u otro fluido.

Cambiador de Calor

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Enfriador

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En general, un cambiador de calor es un aparato recorrido por dos o más medios, uno de los cuales cede a los demás calor o frío. Si un proceso químico debe desarrollarse de una forma prevista de antemano, será preciso realizarlo a una determinada temperatura. Las reacciones ponen en juego, en general, considerables cantidades de calor. Casi siempre resulta conveniente enfriar los productos de la reacción en un enfriador.

Enfriador Caldera de Recuperación de Calor de tres etapas clip_image008

El calor así recuperado, puede utilizarse para recalentar otros productos o para precalentar los empleados en el propio proceso. Incluso es obligado a veces proceder a este precalentamiento, a fin de obtener temperaturas bastantes elevadas para que el proceso de fabricación se desenvuelva normalmente. Se ha reconocido que el empleo juicioso de los balances térmicos conduce a resultados interesantes, en lo que respecta a la rentabilidad. Desde este punto de vista, el cambiador de calor aparece como un órgano particularmente importante de las instalaciones químicas. (un ejemplo de un intercambiador se muestra en la siguiente figura)

Calentador de Gas

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